Publicado en Border Collie Magazine número 2, Mayo 2011
Agility: La Conducción
Éste será el primero de una serie de artículos dedicados a la conducción en el agility. Durante los próximos números de la revista, iremos desgranando los movimientos básicos en la pista: para qué sirven, cuándo deben realizarse, cómo enseñarlos, etc.
En este número empezamos con un clásico: los cambios por delante.
¿Qué es el cambio por delante?
Es el giro que el guía realiza por delante del perro para cambiar de lado.
Durante muchos años es el cambio que más he visto utilizar en los recorridos en nuestra geografía; en numerosas ocasiones también ha sido durante mucho tiempo el único cambio que utilizaban determinados guías en las pistas.
Como todos los cambios, éste no es el mejor ni el peor, pero tiene sus momentos y sus maneras de ser utilizado, una utilización incorrecta puede deteriorar mucho la conducción, la velocidad y la seguridad del perro en la pista.
Objetivos del cambio por delante:
• Cambiarnos de lado durante el recorrido del perro (si llevábamos al perro en nuestro lado derecho, después del cambio el perro quedará en nuestro lado izquierdo).
• Colocarnos correctamente para señalar al perro el obstáculo siguiente: para el perro es más evidente qué camino ha de seguir si se lo mostramos nosotros por anticipado (cuando realizamos un cambio por delante es porque el perro tiene más de una opción para elegir: nosotros le mostramos cuál es la correcta).
• Crear una oportunidad para que el perro acelere o desacelere en función de lo que necesite: la señal visual que le transmitimos es muy poderosa.
¿Qué necesitamos para realizarlo correctamente?
• Debemos conseguir un comportamiento bien entrenado para nuestras señales, que tendrán que ser muy consistentes.
• Que el perro entienda lo que significa nuestra deceleración (cuando disminuimos la velocidad).
• Una rutina de entreno que refuerce el comportamiento.
• Ser capaz de reconocer bien la pista y tomar las decisiones correctas: hemos de tener claro dónde y cómo realizaremos los cambios por delante.
• Ser preciso en los movimientos y realizarlos en el momento adecuado.
• Tener la capacidad física para girar mientras nos movemos (problemas de columna o de rodilla pueden complicar la realización de este movimiento, a veces siendo la mejor opción en un punto, algunos guías con ciertos problemas físicos no podrán permitírselo).
• La habilidad del guía: girar mientras nos movemos no es un ejercicio fácil de realizar; se necesita equilibrio y coordinación. Para quienes no son muy rápidos y muy ágiles moviéndose (bienvenidos al club), deben empezar a trabajar su capacidad de coordinación y de movimiento, un truco es realizar el movimiento del cambio sobre los dedos de los pies: te permitirá girar más rápidamente
¿Cuándo realizar el giro?
Nuestra señal corporal le dirá al perro que se acerca un cambio por delante, de manera que el momento en que empecemos a girar es crítico.
Encontrar el momento correcto es una cuestión de observación: debes ser consciente de tu posición y la de tu perro simultáneamente; nadie nace con esta capacidad, hay que entrenarla y trabajarla igual que entrenamos las habilidades de nuestro perro.
El objetivo es conseguir desarrollar la capacidad de observar al perro mientras corremos y reaccionar cuando tengamos claro cuál es el momento correcto de hacer el cambio.
Un ejercicio que te puede ayudar a mejorar tu capacidad de observación es el siguiente: coloca 4 saltos en cruz, con suficiente distancia entre ellos para que el perro sea capaz de realizar 3-4 zancadas entre salto y salto.
Piensa en una palabra que no signifique nada para el perro, por ejemplo, “ azul”, y practica decirla en los siguientes momentos exactos:
1. Cuando el perro esté en la parte más alta del salto.
2. Después, cuando el perro esté a medio camino entre dos saltos.
3. Después, cuando esté aterrizando después del salto.
4. Y finalmente cuando el perro está preparando las patas delanteras para despegar antes del salto.
Trabaja cada punto hasta que estés cómodo, haciéndolo antes de pasar al siguiente: te ayudará a mejorar tu atención en el movimiento del perro.
Ser capaz de identificar en el reconocimiento de la pista dónde hay que realizar los cambios por delante es otra habilidad que debe practicar el guía: si no eres muy bueno reconociendo estos puntos, puedes pedir ayuda a alguien con más experiencia, u observar a los otros perros con sus guías y fijarte dónde realizan los cambios y si puede ser útil para ti y tu perro.
ENSEÑANDO EL CAMBIO POR DELANTE: FASES
Ejercicios sin saltos
Empezaremos trabajando fuera de la pista de agility. Son ejercicios que podemos hacer con los cachorros, y enseñan a nuestro perro a leer los movimientos de nuestro cuerpo y a reaccionar de manera adecuada a ellos: el perro aprende las bases de la comunicación en la conducción.
Es un trabajo que se puede realizar en cualquier lugar donde sea seguro dejar suelto al perro.
Debe ser un ejercicio muy divertido y motivador para el perro: ¡no lo repitas hasta que el perro se aburra!. Haz sesiones cortas.
El ejercicio consiste en caminar con nuestro perro al lado y realizar un giro hacia el perro. En el mismo momento en que el perro gire para continuar a tu lado, le ofrecerás el motivador para que juegue:
Añadimos un salto:
Cuando realizamos el cambio por delante siempre estaremos con una distancia de ventaja por delante del perro, de manera que no será necesario añadir una orden verbal para este ejercicio: los perros son siempre más conscientes de las ordenes visuales (nuestro movimiento corporal en este caso), que de las verbales. Las órdenes verbales son siempre más difíciles para el perro, especialmente en movimiento.
Quizás sea necesario que llames a tu perro si en algún momento no está centrado en ti o está mirando otro obstáculo sin prestar atención a tus movimientos, pero es una llamada y no una orden para realizar el cambio por delante.
Las señales visuales que indicarán a nuestro perro que vamos a realizar un cambio por delante van a ser:
• Una rotación de nuestras caderas antes de que el perro realice el salto.
• El cambio de brazo.
Enseñaremos ambas señales por separado. Queremos que el perro sea consciente de las dos, y si las realizamos a la vez, puede que el perro sobreponga una a la otra, y utilizaremos sólo un salto hasta que el perro entienda perfectamente qué significa nuestro comportamiento.
Inicialmente trabajaremos en estático, sin movimiento del guía:
Colocaremos al perro a una distancia del salto, inicialmente a 3-4 metros, y a medida que avancemos con el ejercicio, iremos colocando al perro cada vez más lejos: cuanta más velocidad lleve el perro, más dificultad tiene el ejercicio.
Enseñaremos al perro que vuestra colocación le indica que debe saltar en compresión para poder girar cerca del soporte como en el dibujo. Es también muy importante cómo realicemos la entrega del refuerzo:
Repetiremos este ejercicio con el guía estático colocando al perro cada vez más lejos: recuerda que cuanta más velocidad tenga el perro, más le costará encontrar el punto de despegue para saltar y girar de manera eficiente. Ten paciencia e incrementa la distancia lentamente, dando un paso atrás cada vez si hace falta; hemos de ayudar al perro a tener éxito en su trabajo. Los fracasos y las frustraciones en esta fase pueden dar problemas en el futuro.
Con movimiento del guía:
Repetiremos el ejercicio anterior pero añadiremos movimiento del guía: llegaremos corriendo a la posición antes de hacer las señales corporales del cambio. Ten en cuenta que para poder realizarlo correctamente hemos de estar colocados por delante del perro a una distancia suficiente para que el perro vea nuestras señales corporales y pueda adaptar su paso al ejercicio requerido: saltar y girar. Cuanto más rápido sea el perro, más distancia hemos de tener respecto a él: si la información llega tarde, el perro saltará con demasiado impulso y podrá abrirse mucho o tirar un palo al rectificar en el aire.
Añadiendo otro salto:
Añadiremos otro salto en línea recta y repetiremos los ejercicios anteriores, primero sin movimiento del guía, y después añadiremos nuestro movimiento. ¡Recuerda siempre que para realizar el cambio has de estar claramente por delante perro!
El primer salto nos sirve para dar velocidad al perro y asegurarnos de que entiende lo que se le pide en el segundo salto (salto + giro).
Cuanta más distancia y más velocidad añadamos, más difícil es para el perro comprimirse para el salto. Aunque el perro realice bien el ejercicio contigo en estático y a distancias cortas, no quiere decir que después sepa hacerlo cuando estéis en movimiento: es muy importante practicar este ejercicio en movimiento.
Una vez hayas realizado las bases del ejercicio, existen muchos ejercicios para practicar y evolucionarlo. Os dejo algunos de los más básicos:
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