Alimentación BARF /ACBA

Bones and raw food / Alimentos crudos biológicamente apropiados

Vero Moya Stefanelli
Publicado en Border Collie Magazine número 1, Febrero 2011 

¿Qué es exactamente?

Recientes descubrimientos realizados a través del ADN mitocondrial señalan que el perro existe como tal desde hace unos 200.000 años. Los piensos o el alimento comercial no hicieron su aparición hasta 1860, cuando James Spratt creó el primer alimento para perro, una especie de  galleta hecha con trigo, remolacha y sangre de res. Sin embargo, no fue hasta aproximadamente los años cincuenta cuando la comida comercial comenzó a ser popular entre los dueños de perros.

Actualmente existe en el mercado una gran variedad de piensos para todo tipo de perros, para todo tipo de necesidades y para cada tipo de bolsillo. No obstante, quienes están interesados en dar una alimentación de mayor calidad han empezado a buscar opciones más saludables.

Han aparecido varias marcas que ofrecen una alta calidad. Sin embargo, hay una que no tiene comparación posible, y ésta es la misma naturaleza. Los cánidos son carnívoros, y pueden comer y les gustan muchas cosas, lo que en cierto modo los convierte en omnívoros, pero fundamentalmente requieren los nutrientes que les aporta la carne.

En estado salvaje, los lobos y perros salvajes, como licaones, dingos y cuon o doles, cazan a sus presas y las consumen con todo incluido para aprovechar al máximo el producto de la caza: pelos o plumas, piel, vísceras, el contenido de las mismas, toda la carne y, por supuesto, los huesos…

En eso se basa Barf/Acba, en alimentar a los perros domésticos imitando y acercándose lo máximo posible a lo que comerían si vivieran en la libertad del estado salvaje y debieran procurarse ellos mismo su alimento.

Así como quienes ofrecen a sus perros este tipo de alimentación son acérrimos defensores de la misma, hay quienes están rotundamente en contra y también quienes se muestran interesados, pero les asusta un poco, les parece demasiado trabajo o excesivamente caro.

Pero vamos a entrar en materia y explicar más o menos de qué  trata esto.

Fundamentalmente consiste en proporcionar proteína de origen animal en todas sus formas y especialmente carne con huesos crudos, y esto es de suma importancia, ya que es el pilar y una de las más discutidas cuestiones entre los detractores de Barf…

Todos sabemos que los huesos son peligrosísimos para los perros, y es cierto, lo son si están cocidos, porque se astillan y pueden ser causa de graves lesiones internas y hasta de muerte.

Sin embargo, los huesos crudos, especialmente los de pollo o aves pequeñas como las codornices, son flexibles y contienen altas cantidades de calcio y fósforo, que son exactamente las que necesita nuestro perro.

Como complemento, se dan huevos, lácteos, verduras y frutas, estas últimas siempre crudas y procesadas, ya sea rallándolas muy finamente o licuándolas. Esto se debe a que los cánidos no pueden digerir la celulosa de las verduras y frutas y, al estar procesadas, se simula una predigestión (como la que encontraría un perro salvaje al comer el contenido estomacal de su presa y sus intestinos).

De este modo, reciben los nutrientes que aportan, ya que si se dieran enteros, solo pasarían por el tracto digestivo para salir como entraron, sin ser digeridos.

Se pueden agregar también semillas, algo de aceite de oliva o de salmón (éste aporta omega 3), levadura, algas, probióticos y ocasionalmente algo de carbohidratos, que no son de gran relevancia en las necesidades alimentarias de los carnívoros y, sin embargo, suele ser lo que más contienen los alimentos comerciales y los causantes de las alergias alimentarias que padecen muchos perros…

La nutrición biológicamente apropiada trae un buen número de beneficios que se notan a simple vista y que son comprobables en un corto plazo de tiempo: pelo sano, espeso, muy brillante y sin mal olor corporal, dientes limpios, con buen aliento bucal, excelente tono muscular, heces duras y sin excesivo olor, energía, óptima salud general, longevidad, además de que raramente se encontrarán parásitos intestinales y los ya mencionados problemas de alergias alimentarias que generalmente suelen ser causados por los ingredientes que contienen los piensos.

Mitos

A continuación, vamos a analizar algunos mitos:

-No es una alimentación equilibrada.

Quizás no sea perfecta, como no lo es la que consumimos nosotros, por más sana que sea, ni siquiera cuando criamos y alimentamos a nuestros hijos. Sin embargo, a ellos no les daríamos jamás un alimento que ya viene «hecho», aunque nos lo recomienden como ideal.

-Los huesos son peligrosos:

Si somos muy reacios a darlos, siempre podemos suplementar con harina de hueso para consumo humano. Los piensos también la incluyen, sólo que por lo general la harina de las compañías comerciales no es apta para el consumo humano.

-Es demasiado trabajo, me quitará mucho tiempo:

No necesariamente, todo se da crudo. Cuando se aprende y se tiene experiencia, resulta casi tan sencillo como poner pienso en el plato.

-Debe de ser caro:

No, no lo es, cuesta casi lo mismo que un pienso de buena calidad. Por ejemplo, las carcasas, las alas y los cuellos de pollo son muy baratos; las vísceras también, y hay cortes de carne económicos, además de que se pueden aprovechar ofertas, comprar en grandes cantidades y  congelarlos.

-La carne cruda contiene bacterias: 

Si, las contiene sin duda, pero el organismo de los cánidos está preparado para manejar las bacterias, su aparato digestivo es corto y muy ácido, y un perro sano se defiende perfectamente de ellas. Por supuesto, siempre tratándose de carne fresca y apta para el consumo humano.

Y por último, el más común de los temores y uno de los mitos más grandes:

¡Si come carne cruda, mi perro se volverá  agresivo y tomará gusto por la sangre!

Nada más lejos de la verdad. Los problemas de agresividad nada tienen que ver con el tipo de alimentación. Estos de dan por problemas de socialización en los que puede influir incluso la genética y no por el tipo de alimentación.

Entre las generalidades hay que destacar que, ciertamente, si se desea hacer el cambio de alimentación, antes se debe aprender, obtener información, leer y efectuar el cambio poco a poco. Así y todo, de ningún modo es necesario ser un experto en nutrición. Por otra parte, un perro enfermo o inmunodeprimido debe de ser evaluado por un veterinario antes de alterar su alimentación y no debe comer carne cruda ni huesos crudos.

Bibliografía

En español prácticamente no hay información sobre BARF o ACBA:

Existe un libro de la veterinaria española Dra. Dolores Sánchez Peñalver; Alimentación Natural para perros y gatos, agotado sin nuevas ediciones.
Medicina Natural en Perros y Gatos, Christina de Lima-Netto. Ediciones Tikal.
Perros sanos… dueños felices, Christina de Lima-Netto. Ediciones Tikal.

En inglés;

The Barf Diet: For Cats and Dogs, Dr. Ian Billinghurst, Mayo 2003.
Dr. Pitcairn’s Complete Guide to Natural Health For Dogs & Cats: Richard H. Pitcairn, DVM, PhD & Susan Hubble Pitcairn
Raw Meaty Bones. Escrito por el veterinario estadounidense Dr. Tom Lonsdale.
Give Your Dog a Bone: The Practical Commonsense Way to Feed Dogs, Dr. Ian Billinghurst
Grow your puppy with bones, Dr. Ian Billinghurst
Food pets die for (Ann M. Martin)
Ultimate Diet: Natural… (Kymythy Schultze)
The Complete Herbal Handbook for the Dog and Cat, Juliette de Bairacli Levy (criadora de afganos), Farber and Farber Limited.