Conducta canina el estrés – Estrés canino

Alicia de la Calle (Adiestralo)
Publicado en Border Collie Magazine número 2, Mayo 2011 

Conducta canina: El estrés

Según la organización Mundial de la Salud (OMS), el estrés es «el conjunto de reacciones fisiológicas que prepara al organismo para la acción». Para Richard Lazarus (1966), sería «el resultado de la relación entre el individuo y el entorno, evaluado por aquél como amenazante, que desborda sus recursos y pone en peligro su bienestar».

Bajo esta definición podríamos decir que el estrés es necesario para la vida y la supervivencia, pero vamos a desarrollar un poco cómo lo gestionan los perros y, en especial, el Border Collie.

Tipos:
Vamos a hablar de dos tipos de estrés, el positivo (Eustrés) y el negativo (Diestrés).

Eustrés

El estrés positivo, o Eustrés, es cuando el perro puede gestionar situaciones nuevas, conflictivas o del entorno y las resuelve de forma airosa y sin complicación. Debemos tener en cuenta que éste es el estado en que se encuentra el perro cuando trabaja, y por eso vamos a tener en cuenta que el border collie es especialmente sensible al estrés; es decir, es un perro que tiende a ponerse en este estado con mucha facilidad y por cualquier acontecimiento.

El perro tiene un umbral, un punto límite en el que puede gestionar el estrés y/o puede no tolerar más estrés. Hay perros que tienen un umbral más amplio y otros no tanto. Cuando sobrepasa este umbral, el perro pasa del Eustrés al Distrés.

Distrés

El Distrés es el estrés negativo, es un estado en el que el perro desarrolla una respuesta al estrés y su cuerpo reacciona químicamente dando paso a trastornos y desequilibrios. Es posible que notemos algunos signos, como el aumento de la reactividad, o bien hay perros que disminuyen su actividad y se apagan. Esto se debe al desequilibrio químico que se produce en su cerebro.

Algunos signos de estrés:

Jadeos, patas sudorosas, falta de concentración, bostezo, mayor frecuencia de micción/defecación, hiperactividad, vómitos/diarreas, estirarse, sacudirse, rascarse, confusión, automutilación, aseo excesivo, dormir en exceso, trastornos cutáneos, sed excesiva.

Cómo mitigar el estrés:

Para la detección del agente que genera el estrés negativo, se recomienda escribir un diario de la vida del perro antes de desarrollar el tratamiento para reducirlo.

En el diario anotaremos las salidas, las comidas, el tipo de comida, detectaremos el desencadenamiento del estado más agudo de estrés, la estimulación mental que recibe el perro, el entrenamiento que tiene y cómo se ha hecho, las horas de trabajo del perro, el entorno en el que vive, etcétera.

El tratamiento deberá ajustarse a:

Intervención nutricional: Un aspecto importante que debe tenerse en cuenta en el tratamiento es la demanda de nutrientes que provoca el estrés y que deben de ser satisfechas, ya que las necesidades calóricas pueden aumentar. En momentos de estrés, las secreciones digestivas se reducen y los nutrientes van a los músculos más que al tracto digestivo. Por ello daremos una alimentación adecuada y de alta calidad.
Estimulación mental: Debemos aportar diariamente una actividad que en el perro implique pensar. Podemos usar juguetes interactivos rellenables o actividades de búsqueda de premios. Son ejercicios muy simples que promueven la activación de la corteza cerebral, cuya función es la del aprendizaje, y evitan que se activen las emociones.
Ejercicio físico adecuado: Es aconsejable visitar al veterinario para un examen físico y asegurarnos del estado de salud del perro antes de empezar con el ejercicio. El ejercicio físico debe ser continuado y en ningún caso breve y explosivo, como el de lanzar una pelota u otro objeto, ya que eso estresaría doblemente al perro. Debemos hacer un ejercicio moderado y prolongado adaptado a la edad y tipo de vida del perro. Antes de empezar, graduaremos el ejercicio físico e iremos aumentándolo progresivamente.
Tiempo muerto: Es un tiempo que debe darse al perro sin la aparición del estimulo que lo estresa, generalmente es de una semana. Pasado este periodo, se puede empezar a exponerlo de forma progresiva y siempre que tolere el estímulo que desencadena el estado de estrés más agudo sin que llegue a reaccionar. Debe tenerse en cuenta la intensidad y la distancia a la que se lo expone. El perro tiene que aprender a gestionarlo y la mejor forma es poco a poco.

Para terminar, sabemos que el Border Collie es una raza de trabajo, que se seleccionó durante décadas para trabajar mano a mano con el pastor y llevar a cabo tareas como guiar a las ovejas, o vigilar al rebaño, trabajos que implican una gran concentración y atención, tanto en el pastor para recibir sus órdenes como en las ovejas para que no se quede ninguna por el camino. El Border Collie es una raza muy sensible que tiene un archienemigo: el estrés. Pensad en ello.