Albert Garriga (Pastors d’asfalt)
Publicado en Border Collie Magazine número 2, Mayo 2011 

Herding El instinto del Border Collie

Esta sección pretende dar a conocer la disciplina ancestral del border collie: el pastoreo.

A través de cada artículo iremos aprendiendo algo más sobre el instinto de nuestros perros, el adiestramiento, las competiciones, el manejo, etc.

Espero que sean de vuestro agrado y que os ayuden a disfrutar de vuestros perros al trabajar con el ganado.

Todos hemos escuchado alguna que otra vez frases como «este perro es puro instinto», «tiene mucho instinto», «es su instinto», pero ¿qué significa la palabra instinto?

Según el diccionario, es la tendencia innata en el hombre y en los animales a realizar ciertas acciones orientadas hacia un fin sin previo conocimiento de él, es específico e inconsciente y no posee, como la inteligencia, la capacidad de adaptarse.

Este artículo pretende desvelar los secretos del instinto del border collie y su posible manejo, para que, poco a poco, vayamos comprendiendo mejor a nuestros perros y entendamos por qué algunos  no pueden dejar de perseguir coches, rodear a perros o se quedan horas mirando obsesivamente el gato del vecino.

Las siguientes ideas que vamos a exponer son sacadas del trabajo del matrimonio Raymond y Lorna Coppinger y posteriormente plasmadas en el magnífico libro Perros.

Los Coppinger, entre muchos otros estudios relacionados con las conformaciones conductuales y físicas de los perros, desarrollaron el estudio de lo que llamaron «secuencia funcional de caza». Vamos a ver  cómo el instinto de pastoreo del border collie tiene relación directa con esta secuencia de caza. Dicha secuencia se basa en la fragmentación del instinto de caza, desde su inicial localización de la presa hasta que el animal la ingiere. Estos fragmentos de la secuencia se llaman «pautas motoras».

Todos los carnívoros comparten una secuencia más o menos igual, y ésta estaría compuesta por las siguientes pautas motoras:

Posicionarse > fijar la mirada – acechar > perseguir > agarrar morder > matar-morder > diseccionar > consumir

Ésta es una secuencia natural, donde el individuo que la realiza puede suministrarse su comida; digamos que sería un animal autosuficiente.

En el caso de los perros, dicha secuencia puede verse alterada. A causa de la domesticación, la de los perros ha sufrido ciertos cambios, en gran parte provocados por la cría selectiva para tareas especificas.

El perro es el animal que, dentro de la misma especie, tiene la variedad más grande de tipos. Encontramos perros de menos de un kilo hasta perros de más de cien. Y qué decir de las faenas instintivas que pueden desempeñar. Tenemos perros para cazar en grupo, las rehalas, perros cobradores, perros de conducción de ganado y perros que se piensan que son una oveja más (protectores de ganado). Perros de agarre, perros falderos, muy activos o inusualmente pasivos. Es decir, tenemos un tipo de perro para cada faena.

Volvamos a la secuencia de caza y comparemos algunas variaciones entre diferentes razas de perros (las pautas motoras en mayúsculas son las que están presentes de manera exagerada en la conducta del perro y son las que han sido potenciadas en la cría).

Pointer:

Posicionarse > FIJAR LA MIRADA-ACECHAR > agarrar – morder > consumir

En el caso del pointer, el hombre ha seleccionado al perro que le muestra dónde se encuentra el ave, sin que el perro intente darle caza.

Golden retriever:

Posicionarse perseguir > AGARRAR-MORDER > consumir

Los perros cobradores se valoran por la habilidad natural de recoger cosas con la boca, instinto que se puede utilizar también en tareas de perros de ayuda social.

Mastín:

…>…>…>…> consumir

Esta sería la secuencia perfecta de un buen perro protector de ganado: nada de instinto de caza, para evitar problemas con sus propias ovejas y la necesidad de alimentarse.

Vamos a ver ahora cuál es la secuencia de nuestro protagonista, el Border Collie:

Posicionarse > FIJAR LA MIRADA-ACECHAR-PERSEGUIR > diseccionar > consumir

En el Border Collie, el resultado de esta selección genética para fijar la mirada y acechar se transmite en sus posturas espectaculares y en la habilidad natural para rodear el rebaño y acercarse acechándolo, sin llegar a activarse la pauta de matar-morder que tantos problemas  conllevaría. El Border Collie siente placer al acechar; la posibilidad de acechar le produce placer, ¡una satisfacción interna mucho más placentera que el mejor de los premios! Debido a este refuerzo interno tan potente, el Border Collie busca constantemente desarrollar esta pauta en su trabajo. Corre y rodea para poder volver a acechar. Esta pauta lleva a un control constante por parte del perro con las ovejas y, en consecuencia, la capacidad de conducir el ganado hacia el pastor de manera natural, cualidad que se valora mucho en el trabajo de campo. Es increíble que el hombre, a través de la cría selectiva, haya conseguido un perro capaz de autorreforzarse en su trabajo, permitiendo hacer largas jornadas de conducción de ganado con la sencilla recompensa de seguir trabajando. Por eso en trabajos de recogida de ovejas («gathering»), el Border Collie es el número uno.

Llegados a este punto, y refrescando la memoria con conceptos anteriores, la conclusión es que la habilidad de nuestros perros como conductores de ganado es innata; es decir, instintiva. ¿Eso quiere decir que nuestro perro entenderá las órdenes necesarias y obedecerá a su pastor? Por supuesto que no. Toda esta explicación nos lleva a la conclusión de que si nuestro perro no lleva la carga genética adecuada, no podrá desempeñar dicha función con éxito. Los buenos adiestradores de Border Collies saben perfectamente que la genética es vital para lograr un buen perro, eso sí, ¡con un buen adiestramiento! Pero la misma ecuación al revés nunca va a dar buenos resultados: un perro sin la debida genética no podrá llegar a ser un campeón, aunque tenga el mejor instructor.

El pastoreo, por definición, es la disciplina que gestiona estas pautas motoras, poniéndoles nombre (órdenes) y activándolas y desactivándolas según lo requerido. Un buen criador es el que selecciona a los individuos más aptos para dicha función, y un buen adiestrador es el que sabe gestionar mejor las pautas motoras.

Por ejemplo, si se encuentra ante un perro que tiene demasiado «ojo» (hipertrofia de la pauta motora de acechar), no dejará que se pare para que no se bloquee. Por el contrario, si tiene un perro muy fuerte con bastante instinto de depredación, utilizará la orden de pararse para mantenerlo en la pauta de perseguir sin llegar a morder.

Si aplicamos estos conocimientos  a nuestra vida cotidiana, entenderemos cómo debemos manejar las reacciones instintivas de nuestro perro, y podremos variar el enfoque de su adiestramiento teniendo en cuenta  que sus reacciones son instintivas y no aprendidas. Nuestro perro no decide perseguir un coche, sino que reacciona de esta manera al movimiento, sin pensarlo.

En mi opinión, toda esta información puede servirnos en el momento de elegir a nuestro futuro border collie, viendo cómo trabajan los padres y en definitiva, conociendo la ascendencia. Por otra parte, determinar cómo trabaja nuestro perro puede de ser de gran ayuda a la hora de enfocar el plan de entrenamiento, según sus cualidades y defectos como individuo.

También esta información, en el caso de que no busquemos un perro para ganado, nos puede llevar a replantearnos la idea de acoger un border collie en una ciudad, llena de ovejas que echan humo y de patos de dos ruedas.

Espero que este artículo, quizá un pelín técnico, os haya servido para entender mejor los mecanismos de eso que llamamos… instinto.

Bibliografía:

– Perros, Raymond y Lorna Coppinger
Kns ediciones, 2004
-Talking Sheepdogs, Derek Scrimgeour
The Good Life Press, 2002