Viajando con nuestro perro: Los Peligros de las Vacaciones

Publicado en Border Collie Magazine número 3, Julio 2011 

Vamos a daros una serie recomendaciones y precauciones ante posibles problemas, así como unas pautas en caso de que os sucedan. No obstante, no olvidéis que lo más importante es que acudáis a un veterinario. Tened en cuenta los peligros de las vacaciones

Golpe de calor

Lo más importante en este caso es la prevención: no dejaremos nunca a nuestro animal dentro del coche cuando hace calor mientras «vamos un momento a comprar». Los animales no realizan el intercambio de calor como nosotros y en ambientes con altas temperaturas sufren una hipertermia que en poco tiempo puede llegar a provocar graves lesiones en los órganos o incluso la muerte.

¿Qué hacemos si se produce?

• Sacar inmediatamente al animal de la fuente de calor.
• Acudir inmediatamente al veterinario.
• Si no podemos o está lejos: intentar
  enfriar lentamente al animal,  con agua fría hasta alcanzar los 39,4º C (en un golpe de calor la temperatura corporal del animal puede subir por encima de los  41-42º C).
• Mojar el cuello, la cabeza y el abdomen del animal.

Heridas

No es infrecuente que durante las vacaciones nuestro perro tenga un pequeño accidente y se produzca como consecuencia una herida o un corte.

• En caso de heridas con hemorragia abundante: presionaremos la herida con un paño hasta que deje de sangrar. (Si no conseguimos pararla o es realmente abundante, comprimiremos la herida mientras trasladamos al animal al veterinario más cercano).
• Si la herida no sangra mucho o la hemorragia se detiene fácilmente, limpiaremos la sangre para poder evaluar la herida (el agua oxigenada es ideal para limpiar la sangre, pero si no tenemos a mano, podemos hacerlo con agua).
• Retiraremos los restos de tierra, piedras o, si ha sido un corte con cristales, intentaremos retirar todos los restos de los cristales (¡cuidado con cortarse!).
• Vendaremos la herida y lo llevaremos al veterinario en  caso de que necesite ser suturada (principalmente heridas por cortes; las heridas por abrasión pueden tratarse con desinfectantes (iodo) y pomadas cicatrizantes (por ejemplo, blastoestimulina pomada).
• Las almohadillas son un caso especial: es muy frecuente que nuestros perros, poco acostumbrados a según qué tipo de terrenos o a las largas caminatas que realizaremos en los días de vacaciones, se lesionen las almohadillas en los espacios interdigitales, bien con cortes, grietas o quemaduras.  Intentaremos prevenirlo: realizando paseos más cortos al principio, para que el animal pueda acostumbrarse progresivamente o evitando terrenos muy abrasivos en los que dé mucho el sol (quemaduras de almohadillas). También podemos aplicar líquidos para reforzarlas (los venden diversas marcas comerciales). En caso de que surja el problema, el perro deberá guardar  reposo y habrá que tratarlo con desinfectantes y cicatrizantes.

Atropellos

• Igual que en el golpe de calor, la mejor cura es la prevención; es decir, llevar el perro siempre atado en las zonas donde podría existir el riesgo de que lo atropellen.
• Si tiene lugar un accidente: lo primero que hay que hacer es mantener la calma. Hay que evitar que se produzcan más accidentes o que alguien resulte atropellado por un acto irreflexivo.
• Un animal atropellado está asustado y dolorido: existen posibilidades de que nos muerda (aunque sea el animal más dócil del mundo). Debemos manipularlo con cuidado, incluso podemos improvisar un bozal con un trozo de tela.
• Si se produce una hemorragia importante, aplicaremos compresión con un trapo.
• Debemos asegurarnos de que no hay nada en la boca que pueda dificultar la respiración del perro.
• Llamaremos a la clínica mientras nos dirigimos a ella.

Picaduras

Cuando vamos a la montaña o cualquier zona de naturaleza hemos de convivir con otras especies, y a veces nuestros perros no tienen experiencia y pueden llegar a ser bastante imprudentes.

• Podemos encontrarnos con picaduras leves (abejas, avispas…) o con mordeduras más serias: víboras.
• Si el perro sufre una picadura de avispa o abeja, si es aislada, puede que ni siquiera muestre sintomatología. En otras ocasiones, puede presentar una reacción de tipo alérgico en la zona de la picadura. En estos casos, siempre es recomendable tener prednisona inyectable a mano para poder aplicársela (muchas veces es posible que estemos  de excursión lejos de un centro veterinario).
• En el caso de las serpientes, en muchas zonas de la península podemos encontrar víboras que son venenosas. Las diferenciaremos porque tienen la pupila vertical, la cabeza triangular y no son demasiado grandes. Sus picaduras son serias, sobre todo para animales de tamaño pequeño y también para las personas (cuidado: no apartarlas con la mano). Suelen morder en las patas o en la cara. En estos casos hay que buscar un centro de urgencias lo más cerca posible para no perder tiempo.

Resumiendo

Existen muchos peligros que no tenemos presentes porque no son habituales en nuestra rutina diaria, pero debemos ser prudentes y proteger a nuestro perro de los riesgos de los que él no es consciente, como los desniveles importantes (precipicios, acantilados): es posible que persiguiendo a un animal salvaje, nuestro perro se  precipite desde una altura considerable.

También hay que tener cuidado con las corrientes de los ríos: aunque desde fuera no nos parezca que el rio baja fuerte, incluso corrientes leves pueden arrastrar a un perro rio abajo. Lo mismo con las mareas en el mar, etcétera…

Podemos evitar más de un problema serio si vamos siempre un paso por delante del perro y lo atamos en las circunstancias donde no estemos seguros de que podamos controlarlo.

Y ahora, ¡a disfrutar!